Aunque no puedo compararme con todos los ilustres blogueros a los que he estado leyendo últimamente (más que nada porque a mí sólo me leen un par de amigos y paso siglos sin actualizar el blog) no puedo quedarme sin decir nada ante esta genial iniciativa que ha tenido Javi Peláez, de La Aldea Irreductible. Por varias razones, pero sobre todo, porque porque me dedico a la ciencia, y soy parte implicada.

Cuando empecé mi doctorado no conseguí ninguna beca porque justo era el año del cambio de gobierno, y claro... había que revisar los presupuestos del gobierno anterior, así que todas las becas fueron retrasándose hasta prácticamente solaparse con la convocatoria siguiente (¡¡mira qué bien!! ¡¡nos ahorramos la pasta de toda una remesa de pringados!! - imagino que pensaron, aunque puede que peque de mal pensada :P).

Hace ya 5 años de eso (cómo pasa el tiempo!!) y aunque las condiciones de trabajo, al menos para los becarios predoctorales mejoró algo (gracias a la labor de la Federación de Jóvenes Investigadores - precarios.org) sigue sin ser como para echar cohetes, en concreto, el 2+2 (2 años de beca + 2 de contrato... oh!! maravilla!! al fin estamos contratados) supone una falsa idea de seguridad ya que los dos años de contrato implican que se descuente el IRPF de la ya triste nómina, quedando menos de 1000 € mensuales (972 € concretamente en mi caso) para descubrir al final de tu contrato que no tienes derecho a paro por esos dos años trabajdos. ¿Triste? mucho... 5 años de carrera + 5 de doctorado para encontrarte en la calle sin derecho a paro tras llevar varios años cobrando menos (y trabajando más horas) que una cajera de supermercado...

Esto me recuerda al post que escribí en marzo del 2008 sobre el artículo que publicaba El País y en el que Miguel Ángel Quintanilla, secretario de Estado de Universidades e Investigación, decía: "Calculamos que necesitamos incorporar al sistema de ciencia y tecnología 50.000 científicos e ingenieros en los próximos cuatro años". Pues buenos cálculos han hecho... XDDD porque año y medio después se recorta un 15% el presupuesto para investigación.

Leyendo este último artículo encontramos que el recorte supone 93 millones en gastos corrientes del ministerio y 274 millones en gastos corrientes y de capital de los organismos de investigación dependientes del ministerio. Fíjate que no me parecería mal del todo si se recortara en burocracia, que haberla hayla, y a patadas. Pero como de burócratas viven los ministerios, me da a mí que no serán ellos los que sufran las consecuencias. Y así, encontramos joyas como la siguiente:

Una nota hecha pública por el departamento añade: "Estos organismos disponen de reservas para hacer frente con normalidad a todas sus previsiones de gasto".

XDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

En el laboratorio donde estoy hay un montón de cacharros, muy bonitos y caros: centrífugas, secuenciadores, termocicladores normales, con gradiente y para PCR cuantitativa, hibridadores y lectores de microarrays y hasta un robot para pipetear las placas de ADN. El aspecto es imponente. Sobre todo porque se mantiene todo muy limpio y nuevo al NO poder usarse porque NO hay dinero para consumibles. Así de triste y patético.

En fin, no sigo... ¿una razón para no recortar el presupesto en ciencia? ¿Sólo una? Ahora mismo se me ocurren millones, pero bueno, ya he escrito demasiado así que sólo diré que el recorte en ciencia es pan para hoy y hambre para mañana, es volverle la espalda al futuro y mirarse el ombligo aquí y ahora... algo que hacen muy bien los políticos.

Para terminar, una frase que me ha gustado sobre el tema. Es de Joan Guinovart, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE):